Las personas que fuman deben tener más cuidado porque contagiarse con el SARS-CoV-2 puede llevarlos a desarrollar mayores complicaciones. Desde hace tiempo se determinó que el humo de cigarrillo reduce la inmunidad de la mucosa, lo que conduce a un aumento de la probabilidad de infección.
Fumar reduce la capacidad pulmonar y la COVID-19 ataca principalmente estos órganos, al tener una menor función pulmonar el cuerpo no podrá luchar eficientemente por lo que estas personas tendrán más riesgo de desarrollar síntomas graves.
Además, los fumadores pueden ser más vulnerables ya que el acto de fumar supone acercar los dedos (y los cigarrillos que pueden estar contaminados) a la boca, lo que aumenta la posibilidad de transmisión del virus.
Esta es una oportunidad para que seamos conscientes de la necesidad de ayudar a más personas a dejar este hábito. ¡No más cigarrillo!